(y no me refiero a los estudios universitarios)

La geología nos permite entender los procesos que han dado forma a la Tierra a lo largo de millones de años. Desde la formación de montañas hasta la erosión de los continentes, el estudio de la geología explica fenómenos naturales como los terremotos, volcanes, tsunamis, deslizamientos… En los últimos 60 años hemos podido responder preguntas como, «¿Cómo llegó esa cordillera allí?» y «¿Por qué ocurren los terremotos donde ocurren?» La teoría de la tectónica de placas, la idea de que la superficie de la Tierra está dividida en grandes fragmentos (placas) cambió profundamente nuestra perspectiva sobre cómo funciona la Tierra. La investigación en geología básica nos ha ayudado a conocer mejor el comportamiento de los terremotos y con ello a prepararnos mejor.

El estudio de la geología en la educación primaria, secundaria y el bachillerato es fundamental para formar ciudadanos y futuros profesionales con una visión informada sobre la relación entre la geología y el ser humano, fomentando su curiosidad científica.

Además de ser fundamental para los estudiantes de la carrera de geología o ingeniería geológica (obvio, ¿no?), es una disciplina fundamental en la formación de ingenier@s civiles y de minas, ya que proporciona el conocimiento necesario para comprender el comportamiento del terreno y sus materiales, evaluar los riesgos geológicos y garantizar la seguridad y sostenibilidad de las infraestructuras y explotaciones mineras.

El agua es un recurso esencial para la vida, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. Su disponibilidad y calidad dependen en gran medida de los procesos geológicos que regulan el ciclo hidrológico, la formación de acuíferos y la interacción entre el agua y los materiales geológicos. La geología es una disciplina clave para comprender, gestionar y proteger los recursos hídricos.

Las materias primas son la base de la economía moderna y del desarrollo tecnológico. Desde los metales utilizados en la industria hasta los materiales de construcción y los recursos energéticos, todos ellos tienen su origen en procesos geológicos. La geología es una disciplina esencial para comprender la disponibilidad, exploración, extracción y uso sostenible de estos recursos. Como podemos intuir, la geología influye en la toma de decisiones económicas y financieras a gran escala. Inversores y gobiernos dependen de estudios geológicos para evaluar la viabilidad de proyectos mineros, energéticos y de infraestructuras. Un conocimiento deficiente de la geología puede generar pérdidas millonarias debido a imprevistos geotécnicos, sobrecostes en obras o fallos en la estimación de reservas minerales.

El cambio hacia una economía basada en energías renovables depende en gran medida de la geología. La exploración de materiales para baterías, la energía geotérmica y el almacenamiento geológico de CO₂ requieren un conocimiento detallado del subsuelo. Además, la economía circular y el reciclaje de materiales críticos dependen del conocimiento de su origen y disponibilidad geológica.

Las procesos naturales como terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones y deslizamientos afectan a millones de personas cada año causando pérdidas humanas y generando enormes costes en daños materiales, interrupción de actividades económicas y reconstrucción de infraestructuras. La inversión en estudios geológicos y en planificación urbana basada en criterios geológicos reduce significativamente estos costes y minimiza el impacto de eventos nefastos para la economía.

La geología es clave para la gestión responsable del medio ambiente. Su enseñanza no solo proporciona conocimientos científicos básicos, sino que también fomenta una conciencia ambiental en las nuevas generaciones. Comprender la relación entre la Tierra y la actividad humana es esencial para garantizar un desarrollo sostenible y equilibrado.

La geología es una disciplina esencial que abarca múltiples dimensiones del conocimiento y la sociedad. Desde su papel en la educación básica hasta su relevancia en la investigación, esta ciencia nos permite comprender el pasado de la Tierra, gestionar el presente de manera sostenible y anticipar los desafíos del futuro.

A nivel educativo, su estudio en secundaria y bachillerato no solo fomenta el pensamiento crítico y la curiosidad científica, sino que también forma ciudadanos más conscientes de su entorno y de los riesgos naturales que enfrentamos. La geología enseña a interpretar el mundo físico que nos rodea, desde la formación de montañas hasta los procesos que influyen en el clima y la biodiversidad.

Por todo ello, estudiar geología no es solo una elección académica o profesional; es una necesidad para la sociedad moderna. Su enseñanza y promoción en todos los niveles educativos es fundamental para garantizar un futuro donde el conocimiento de la Tierra nos ayude a tomar mejores decisiones, gestionar de manera responsable los recursos naturales y proteger el planeta para las próximas generaciones.